• Nombre común: Lavanda
• Nombre científico: Lavandula officinalis, Lavandula vera, Lavandula agustifolia
• Familia: Labiada
• Parte útil: Flores
• Propiedades: Regenera células, antiinflamatoria, cicatrizante, sedante
• Usos: Quemaduras, heridas, alergias, cuidado de todo tipo de pieles
• Contraindicaciones: No tiene
La lavanda, como planta medicinal, tiene infinidad de usos: analgésico, regenerador celular, sedante, ayuda a atenuar los síntomas de las gripes y refriados… siempre empleando el aceite esencial que se extrae de la planta. Pero sobre todo tiene gran poder antiséptico.
En una quemadura reciente ayuda a prevenir la aparición de ampollas, así como a regenerar los tejidos. En el caso de las heridas, desinfecta al instante evitando consecuencias posteriores.
También como antiinflamatorio es muy usado, sobre todo en procesos de reuma o artritis, ya que la lavanda ayuda a relajarse y calmar el dolor.
La Lavanda y sus propiedades
• Su aroma inconfundible ha convertido a esta planta en la joya por excelencia de la Aromaterapia. En Francia es muy utilizada para elaborar perfumes y aguas de colonia. También se utiliza para perfumar y ahuyentar los insectos de armarios y cajones, en los que se coloca un saquito con flores de lavanda. Sus tupidas espigas de flores se destilan al vapor para producir el aceite esencial utilizado para dolores musculares y jaquecas.
• La lavanda se utiliza en infusión para las jaquecas producto del agotamiento nervioso tomando 1 taza de infusión estándar de las flores 3 veces al día y, si tomas 1 taza antes de acostarte, puede ayudarte a aliviar el insomnio. También resulta apropiada como digestivo tras la comida.
• En tintura, se puede tomar hasta 5 ml (1 cucharadita) al día para las jaquecas, la depresión o la tensión nerviosa, aunque también sirve para calmar el asma, especialmente en ataques desencadenados por la tensión nerviosa, y para el estrés.
La Lavanda es una de las plantas más aromáticas por excelencia, ideal para tener en casa. Además de proporcionar el placer de su perfume y su belleza natural, es una planta medicinal.
Existen variadas especies, entre las que se encuentran el espliego, fácilmente confundible con la lavanda común. Al ser un arbusto silvestre, la lavanda es una planta de carácter rústico que no requerirá mucho de nuestra parte para florecer en los meses de verano. Es más: es importante saber que esta planta es incluso capaz de crecer en zonas rocosas y a pleno sol, por lo que esto nos da una buena pista de sus pocas necesidades.
Pasos para el cultivo de Lavanda:
La Lavanda en cualquiera de sus variedades (existen más de 60 tipos) es de carácter perenne, por lo que sus hojas no se renovarán anualmente.
Capaz de alcanzar el metro y medio de altura, esta planta es un arbusto que adquirirá un carácter leñoso. Esto hace que la Lavanda sea ideal para formar hermosos cierres y borduras (que serán todavía más llamativos con la llegada de su singular floración).
• Sustrato: Alcalino (PH elevado), este es para el correcto crecimiento. Si nuestro suelo es ácido, debemos recompensar la acidez por un sustrato específico, el cual se aplicará frecuentemente tal vez cal para elevar el PH. Se recomienda suelos arenosos, el cual escurra el agua y evitar la humedad ya que esta planta vive más en veranos, aunque soporte el invierno es más accesible que sufra daños o muerte a causa de los hielos.
• Plantación: Macetas o tierra directa. Si es en maceta, necesita un diámetro de 30 y 40 cm, es importante que cuente con bastante aireación. Sus raíces son anchas por lo que se recomienda plantar en lugares espaciosos y con harto sol directo (6 horas diarias min)
• Riego: Poca agua, en épocas de crecimiento debe ser riego moderado, evitando sus ramas y flores. En los meses de frió el riego sera esparcido y durante el medio día ya que no pueden guardar humedad en la llegada de la noche. En meses de calor, el riego sera una vez a la semana dependiendo si sus raíces todavía se encuentren húmedas, se debe esperar a que se sequen más.
• No se debe abonar la lavanda: Un exceso de fertilizantes podría provocar daños en su irresistible aroma.
• Poda: Se recomienda podar la lavanda con el comienzo de la primavera o la llegada del otoño (siempre antes o después de la época de floración).
• Aplica aceite puro sobre picaduras o mordeduras de insecto, o añada 10 gotas a 50 ml de agua y utilízalo como loción para quemaduras solares. Para ayudar a conciliar el sueño, coloca un paño con 3-4 gotas de aceite bajo la almohada.
• Aceite de masaje. Diluye 2 ml (20 gotas) de aceite esencial en 10 ml de aceite base para aliviar dolores musculares. Frota las sienes y la nuca en caso de jaquecas tensionales o al percibir el menor signo de migraña.
• Enjuague capilar. Diluye 20 gotas de aceite esencial en una jarra de agua para obtener un buen enjuague capilar para los piojos. Aplica unas gotas de aceite puro en el peine con el que se eliminan las larvas y las liendres.
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