¿Por dónde comenzar? Evita la tentación de empezar a actuar ya. Es cierto que ver el espacio que rodea la casa cubierto de tierra, cascotes y restos de obra resulta deprimente, pero ten en cuenta que, por muy duro que te sea no hacer nada, el primer paso, absolutamente imprescindible para hacer realidad un jardín, es observar y pensar.

Paso 1: Analizar el terreno y observar con calma

Observa con atención tu parcela sin perder de vista todo lo que la rodea.

Decide si hay cosas que no quieres que se vean desde tu jardín.

Habrá perspectivas que quieras potenciar y otras que prefieras ocultar.

Observa la trayectoria del sol y la manera en que incide en los distintos puntos del jardín a lo largo del día y en todas las estaciones.

Paso 2: Trazar un plano

-Medir la Parcela: Una vez que hayas observado bien, conozcas los pros y contras del terreno y tengas claro el uso que quieres darle al jardín, es el momento de trazar un plano a escala.

-Dibujar un plano: Dibujar los accesos, señalar las ventanas y puertas, pasadas principales, accesos a la Parcela, pasadizos y vistas desde y hacia la Parcela.

-Zonificar en el plano: Señala los pasos obligados y los que más se utilizarán; determina la o las zonas de estar y por dónde se accederá a ellas desde la casa; decide dónde necesitas una pantalla que cree intimidad, o qué parte del jardín quieres destacar; dónde te gustaría tener sombra y cuál es el lugar ideal para la piscina o para tomar el sol. Si tienes niños pequeños, ubica la zona para sus juegos: deberá ser soleada, verse desde la casa y, a ser posible, estar alejada de la entrada.

-Llevar el plano a la Parcela: Con el plano terminado, sal al terreno e intenta imaginarte la ubicación de cada zona para asegurarte de que es lo que quieres y te resultará cómodo.

Paso 3: Elegir un estilo

¿Qué estilo te gustaría para tu jardín? Es el momento de pensar qué aire quieres darle a tu jardín, de identificar el estilo que refleje mejor tu personalidad, se adapte a tus gustos y sea coherente con la decoración de la casa.

-Estilo moderno: Muy adecuados para espacios pequeños, se caracterizan por el predominio de las líneas geométricas y la sencillez del diseño, con pocos elementos pero muy bien escogidos.

-Estilo rústico: Suelen presentar un aspecto un poco más descuidado e informal. También permiten crear pequeños jardines muy agradables, pero aunque no lo parezca a primera vista, el grado de dedicación que precisan es mayor que los modernos.

–Estilos paisajistas: En los que imperan las formas sinuosas, solo funcionan realmente bien en espacios grandes. Exigen mucha dedicación, pero resultan espectaculares.

Paso 4: Elegir los Materiales y decoración

Una vez decidido el estilo, hay que elegir los suelos de las zonas de estar, los pasos y los caminos.

El grado de uso que se les dará es clave.

-Los Enlosados

– Las tarimas

– Las gravas o gravillas

– La corteza de pino

– El jabre – El césped

– Las plantas tapizantes, etc.

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